Color y forma, y pensamiento y sentimientos que afloran desde dentro del cuadro, hacia afuera, hacia el que observa deslumbrado por la incógnita que florece de universos desconocidos pero que resultan familiares. La paleta es rica en cromatismos y aunque el dibujo desaparece en la mayor parte de los cuadros, no se echa de menos porque la propia imaginación del que mira ignora suausencia y los aborda cómplice.